• «Revelación por el Padre Antonio,
    el gran curandero de la Humanidad,
    para el que tiene la fe».

    «El árbol de la ciencia de la visión del mal».

    La Aureola de la Conciencia:
    «Un solo remedio puede curar a la humanidad: LA FE. Es de la fe de donde nace el amor: es el amor el que nos muestra en nuestros enemigos a Dios mismo. No amar a los enemigos, es no amar a Dios, ya que es el amor que tenemos por nuestros enemigos el que nos hace dignos de servirle; es solo el amor el que nos hace amar verdaderamente, porque es puro y de verdad».

    La Enseñanza del Padre Antonio:
        «La Enseñanza del Padre tiene por base el amor, revela la ley moral, la conciencia de la humanidad; recuerda al hombre los deberes que tienen que desempeñar hacia sus semejantes; aunque esté atrasado incluso hasta no poder comprenderla, podrá, al contacto de aquellos que la extienden, penetrarse del amor que se desprende de ellos; éste le inspirará mejores intenciones y hará germinar en él sentimientos más nobles.
        La verdadera religión, dice el Padre, es la expresión del amor bebido en el seno de Dios, que nos hace amar a todo el mundo indistintamente. No perdemos jamás de vista la ley moral, ya que es por ella como presentimos la necesidad de mejorarnos. Nosotros no hemos llegado todos al mismo grado de desarrollo intelectual y moral, y Dios coloca siempre a los débiles en nuestro camino para darnos la ocasión de aproximarnos a Él. Se encuentran entre nosotros seres que están desprovistos de toda facultad y que tienen necesidad de nuestro apoyo; el deber nos impone venir en su ayuda en la medida en que creemos en un Dios bueno y misericordioso. Su desarrollo no les permite practicar una religión cuya enseñanza está por encima del alcance de su comprehensión, pero nuestra manera de actuar a su respecto les recordará el respeto que le es debido y les conducirá a buscar el medio más ventajoso para su progreso. Si queremos atraerlos a nosotros por una moral que reposa sobre leyes inaccesibles a su entendimiento, los perturbaremos, los desmoralizaremos, y la menor instrucción sobre ésta les será insoportable; acabarán por no comprender ya nada; dudando así de la religión, entonces recurrirán al materialismo.
        He aquí la razón por la cual nuestra humanidad pierde todos los días la verdadera creencia en Dios en favor de la materia. El Padre ha revelado que antaño era tan raro encontrar un materialista como hoy día un verdadero creyente.
        Mientras ignoremos la ley moral, por la cual nos dirigimos, la transgrediremos.
        La Enseñanza del Padre razona esta ley moral, inspiradora de todos los corazones dedicados a regenerar a la Humanidad; no interesa solo a aquellos que tienen fe en Dios, sino a todos los hombres indistintamente, creyentes y no creyentes, en cualquier escalón al cual se pertenezca. No creáis que el Padre pide el establecimiento de una religión que restringe a sus adeptos en un círculo, los obliga a practicar su doctrina, a observar un cierto rito, a respetar cierta forma, a seguir una opinión cualquiera, a dejar su religión para venir a Él. No, la cosa no es así: nosotros instruimos a quienes se dirigen a nosotros en lo que hemos comprendido de la Enseñanza del Padre y los exhortamos a la práctica sincera de la religión en la que tienen fe, a fin de que puedan adquirir los elementos morales en relación con su comprehensión. Sabemos que la creencia no puede estar basada sino en el amor; pero debemos esforzarnos siempre en amar y no en hacernos amar, ya que esto es la mayor de las plagas. Cuando estemos penetrados de la Enseñanza del Padre, ya no habrá disensión entre las religiones porque no habrá más indiferencia, nos amaremos todos porque habremos comprendido al fin la ley del progreso, tendremos las mismas consideraciones para todas las religiones e incluso para la increencia, persuadidos de que nadie podría hacernos el menor mal y de que, si queremos ser útiles a nuestros semejantes, debemos demostrarles que nosotros profesamos una buena religión que respeta la suya y que quiere su bien. Entonces estaremos convencidos de que el amor nace de la fe que es la verdad; pero no la poseeremos sino cuando no pretendamos tenerla».

    Un seguidor del Padre Antonio:
        «¿Hacer de M. Antonio un gran señor, no sería más bien rebajarle? Admitiréis, supongo, que nosotros, sus adeptos, que estamos al corriente de su trabajo, tengamos a su respecto otros pensamientos. Vosotros interpretáis demasiado intelectualmente, es decir, demasiado materialmente, nuestra manera de ver, y, al juzgar así sin conocimiento de causa, no podéis comprender el sentimiento que nos anima. Pero quienquiera que tiene fe en nuestro buen Padre aprecia lo que Él es en su justo valor porque le considera moralmente. Nosotros podemos pedir-Le todo lo que queremos, Él nos lo da con desinterés. No obstante, nos es lícito actuar a nuestra guisa, sin recurrir en modo alguno a Él, ya que Él tiene el mayor respeto por el libre albedrio; jamás nos impone nada. Si tenemos que pedir-Le consejo, es porque estamos convencidos de que Él sabe todo aquello de lo que tenemos necesidad, y que nosotros lo ignoramos. ¿No sería pues infinitamente preferible darse cuenta de su poder antes de querer desacreditar nuestra manera de actuar a su respecto?
        Como un buen padre, Él vigila sobre nosotros. Cuando debilitados por la enfermedad, vamos a Él, llenos de confianza, Él nos alivia, nos cura. Que caemos aniquilados bajo el golpe de las más terribles penas morales, Él nos levanta y nos conduce a la esperanza en nuestros corazones doloridos. Que la pérdida de un ser querido deja en nuestras almas un vacío inmenso, su amor lo llena y nos llama de nuevo al deber. Él posee el bálsamo por excelencia, el amor verdadero que allana toda diferencia, que rebasa todo obstáculo, que cura toda llaga, y Él le prodiga a toda la humanidad, ya que es más bien médico del alma que del cuerpo. No, nosotros no queremos hacer de Antonio el Curandero un gran señor, hacemos de Él nuestro salvador. Él es más bien nuestro Dios, porque Él no quiere ser más que nuestro servidor».

    Diez Principios revelada por Antonio el Curandero:
        «Dios habla:
    - Primer principio: Si me amáis, - no lo enseñaréis a nadie, - puesto que sabéis que yo no resido - más que en el seno del hombre. - Vosotros no podéis testimoniar que existe - una suprema bondad - mientras que me aisláis del prójimo.
    - Segundo principio: No creáis en el que os habla de mí, - cuya intención sería convertiros. - Si respetáis toda creencia - y al que no tiene ninguna, - sabéis, a pesar de vuestra ignorancia, - más de lo que podría deciros.
    - Tercer principio: Vosotros no podéis hacer moral a nadie, - sería probar - que no hacéis bien, - porque ella no se enseña por la palabra, - sino por el ejemplo, - y no ver el mal en nada.
    - Cuarto principio: No digáis jamás que hacéis caridad - a alguien que os parece en la miseria, - sería hacer entender - que yo carezco de miras, que no soy bueno, - que soy un mal padre, - un avaro, que deja tener hambre a su retoño. - Si actuáis hacia vuestro semejante - como un verdadero hermano, - no hacéis caridad más que a vosotros mismos, - debéis saberlo. - Puesto que nada está bien si no es solidario, - no habéis hecho hacia él - más que desempeñar vuestro deber.
    - Quinto principio: Tratad siempre de amar al que decís - «vuestro enemigo»: - es para enseñaros a conoceros - que yo le coloco en vuestro camino. - Pero ved el mal más bien en vosotros que en él: - será su remedio soberano.
    - Sexto principio: Cuando queráis conocer la causa - de vuestros sufrimientos, - que padecéis siempre con razón, - la encontraréis en la incompatibilidad de - la inteligencia con la conciencia, - que establece entre ellas los términos de comparación. Vosotros no podéis sentir el menor sufrimiento - que no sea para haceros observar - que la inteligencia es opuesta a la conciencia; - es lo que es menester no ignorar.
    - Séptimo principio: Tratad de penetraros, - ya que el menor sufrimiento es debido a vuestra - inteligencia que quiere siempre poseer más; - se hace un pedestal de la clemencia, - al querer que todo le esté subordinado.
    - Octavo principio: No os dejéis dominar por vuestra inteligencia - que no busca más que elevarse siempre - cada vez más; - ella pisotea a la conciencia, - sosteniendo que es la materia la que da las virtudes, - mientras que ella no encierra más que la miseria - de las almas que vosotros decís - «abandonadas», - que han actuado solo para satisfacer - su inteligencia que les ha extraviado.
    - Noveno principio: Todo lo que os es útil, para el presente - como para el porvenir, - si no dudáis nada, - os será dado por añadidura. - Cultivaos, vosotros os recordaréis el pasado, - tendréis el recuerdo - de que se os ha dicho: "Llamad, yo os abriré. - Yo estoy en el conócete"...
    - Décimo principio: No penséis hacer siempre un bien - cuando llevéis asistencia a un hermano; - podríais hacer lo contrario, - poner trabas a su progreso. - Sabed que una gran prueba - será vuestra recompensa, - si le humilláis y le imponéis el respeto. - Cuando queráis actuar, - no os apoyéis jamás sobre vuestra creencia, - porque ella puede extraviaros también; - basaos siempre sobre la conciencia - que quiere dirigiros, ella no puede engañaros».

    Ley de la consciencia:
    El Padre. - «Os voy a decir cómo debemos comprender las leyes divinas y de qué manera ellas pueden actuar sobre nosotros.
        Vosotros sabéis que se reconoce que la vida está por todas partes; si el vacío existiera, la nada tendría también su razón de ser.
        Una cosa que puedo afirmar también, es que el amor existe también por todas partes, y del mismo modo que hay amor, hay inteligencia y conciencia. Amor, inteligencia y conciencia reunidos constituyen una unidad, el gran misterio, Dios.
        Para haceros comprender lo que son las leyes, debo volver de nuevo a lo que ya os he repetido concerniente a los fluidos: existen tantos como pensamientos; tenemos la facultad de manejarlos y de establecer sus leyes, por el pensamiento, según nuestro deseo de actuar. Aquellas que imponemos a nuestros semejantes nos imponen del mismo modo. Tales son las leyes de interior, llamadas ordinariamente leyes de Dios.
        En cuanto a las leyes de exterior, dichas leyes de la naturaleza, son el instinto de la vida que se manifiesta en la materia, se reviste de todos los matices, toma formas numerosas, incalculables, según la naturaleza del germen de los fluidos ambientes.
        Es así para todas las cosas, todas tienen su instinto, los astros mismos que planean en el espacio infinito se dirigen por el contacto de los fluidos y describen instintivamente su órbita.
        Si Dios hubiera establecido leyes para ir a él, ellas serían una traba a nuestro libre albedrio; ya fuesen relativas o ya fuesen absolutas, serían obligatorias, puesto que no podríamos dispensarnos de ellas para llegar a la meta. Pero Dios deja a cada uno la facultad de establecer sus leyes, según la necesidad; es todavía una prueba de su amor.
        Toda ley no debe tener más que la conciencia por base. Así pues, no decimos "leyes de Dios", sino más bien "leyes de la consciencia".
        Esta revelación brota de los principios mismos del amor, de ese amor que desborda por todas partes, que se encuentra tanto en el centro de los astros como en el fondo de los océanos, de ese amor cuyo perfume se manifiesta por todas partes, que alimenta a todos los reinos de la naturaleza y que mantienen el equilibrio y la armonía en todo el Universo».

    D. - «¿De dónde viene la vida?»
    El Padre. - «La vida es eterna, está por todas partes. Los fluidos existen también en el infinito y por toda eternidad.
        Nos bañamos en la vida y en los fluidos como el pez en el agua.
        Los fluidos se encadenan y son cada vez más etéreos; se distinguen por el amor; por todas partes donde éste existe, hay vida, ya que sin la vida el amor ya no tiene su razón de ser.
        Basta que dos fluidos estén en contacto por un cierto grado de calor solar, para que sus dos gérmenes de vida se dispongan a entrar en relación. Es así cómo la vida se crea una individualidad y deviene actuante».

    Issue de la traduction espagnole de l’Erreur spirite
    (El Error Espiritista) de René Guenon.


    votre commentaire
  • Dix principes en néerlandais (2e version)

    Openbaring de Tien Principien
    van God door de Vader

    GOD SPREEKT :

    Eerste Princiep :
    Als gij mij hebt
    Zult gij het aan niemand onderwijzen
    daar gij weet dat slechts woon
    in de boezem van de mens.
    Gij kunt niet getuigen dat er
    een hoogste goedheid bestaat
    terwijl gij mij van de naaste afzondert.

    Tweede Princiep :
    Geloof niet in hem, die u over mij spreekt,
    in de bedoeling u te bekeren,
    wanneer gij elk geloof eerbiedigt
    en zelfs diegene die er geen heeft,
    gij weet, ondanks uwe onwetendheid,
    meer dat hij u zon kunnen zeggen.

    Derde Princiep :
    Gij moogt aan iemand zedelessen geven
    dat zou bewijzen
    dat gij niet goed doet,
    want het onderwijst zich niet door het woord,
    maar door het voorbeeld
    en door in niets het kwaad te zien.

    Vierde Princiep :
    Zeg nooit dat gij liefdadigheid doet
    aan niemand die u in ellende schijnt,
    dat zou te verstaan geven
    dat ik achteloos, dat ik niet goed ben,
    dat ik een slechte vader ben,
    een gieregaard,
    die zijn nakomeling laat honger lijden
    als gij uw medemens behandelt
    als een ware broeder
    doet gij slechts liefdadigheid aan u zelf,
    dat moet gij weten,
    daar niets goed is zonder de wederzijdse verbintenis,
    doet gij jegens hem niet anders
    dan uw plicht vervullen.

    Vijfde Princiep :
    Doet uw best hem lief te hebben die gij denkt
    "uw wijand te zijn"
    het is alleen om u, u zelf te leren kennen
    dat ik hem op uw weg plaats.
    Maar zie he kwaad veeleer in u dan in hem :
    het zal er het onovertreffelijk geneesmiddel voor zijn.

    Zesde Princiep :
    Wanneer gij de oorzaak zult willen kennen
    van uw lijden,
    dat gij steeds met reden verduurt,
    zult gij ze vinden in de onverenigbaarheid van
    het verstant met het geweten,
    want deze zijn de grondslag der termen van verkelijking.
    Gij kunt niet het minste leed gevoelen
    of het is om u te doen opmerken
    dat het verstand tegenover het geweten staat,
    dat moet u niet onbekend wezen.

    Zevende Princiep :
    Tracht u in te prenten
    dat het minste leed voortkomt uit uw
    verstand dat steeds meer will bezitten ;
    het maakt zich een voetstuk van de zachtmoedigheid,
    en wilt dat alles haar ondergeschikt zij.

    Achtste Princiep :
    Laat u niet overmeesteren door uw verstand
    dat maar altijd zoekt zish meer en meer
    te verheffen ;
    het trapt het geweten onder de voeten
    volhoudende dat de stof de deugden geeft.
    Terwijl zij slechts de ellende bevat
    der zielen die gij noemt
    "verlatenen",
    dezen hebben enkel gehandeld om te behagen
    aan hun verstand dat hen heeft misleid.

    Negende Princiep :
    Al wat u nuttig is, voor het tegenwoordige
    zoals voor de toekomst,
    zal, indien gij aan niets twijfelt,
    u in overmaat gegeven worden.
    Ontwikkelt u, gij zult u het verleden herinneren
    gij zult de gedachtenis hebben
    van wat u gezegt is geweest : "klopt, ik zal u openen,
    ik ben in het ken-u-zelf".

    Tiende Princiep :
    Denk niet altijd iets goed te doen
    wanneer gij aan een broeder bijstand verleent;
    gij zoudt het verkeerde kunnen doen,
    zijn vooruitgang belemmeren.
    Weet, dat een grote beproeving
    uw loon zal zijn,
    zo gij hem vernedert en hem tot eerbied dwingt
    wanneer gij wilt handelen,
    steunt dan nooit op uw geloofsleer
    want het zou u kunnen misleiden;
    grondt u enkel op uw geweten
    dat u leiden moet, het kan zich niet bedriegen.

    Traduction issue de Antoinisme Eredienst Vertaald door Zuster Vandenrhijn.

     


    votre commentaire
  • Rivelazione dei Dieci Principi
    di Dio del Padre

    DIO PARLA :

    Primo Principio :
    Se mi amate,
    Non l'insegnerete a nessuno,
    Poiché voi sapete che risiedo
    Soltanto nel seno dell'uomo
    Non potete testimoniare che esiste
    Una suprema bontà
    Quando dal prossimo voi m'isolate.

    Secondo Principio :
    Non credete in colui che vi parla di me
    La cui intenzione sarebbe di convertirvi
    Se rispettate ogni fede
    E quello che non ne ha
    Voi sapete, malgrado la vostra ignoranza
    Più di quello che potrebbe dirvi.

    Terzo Principio :
    Voi non potete fare la morale a nessuno
    Cio sarebbe dar prova
    Che non fate bene
    Perchè lei non si insegna con la parola
    Ma con l'esempio
    E non vedere il male in niente.

    Quarto Principio :
    Non dite mai che fate la carità
    A qualcuno che vi sembra essere nella miseria
    Sarebbe fare sentire
    Che sono senza riguardo, che non sono buono
    Che sono un cattivo padre
    Un pigro
    Che lascia avere fame al suo rampollo.
    Se agite verso i propri simili
    Come un vero fratello,
    Fate la carità a voi stessi
    Dovete saperlo
    Giacché niente è bene se non è solidale
    Non fate verso di lui
    Che compiere il vostro dovere.

    Quinto Principio :
    Sforzatevi di amare quello che credete essere
    "Vostro nemico"
    E soltanto per impararvi a conscere voi stessi
    Che lo metto sul vostro cammino
    La vedete il male piuttosto in voi che in lui
    Lui ne sarà il rimedio sovrano.

    Sesto Principio :
    Quando vorrete conscere la causa
    Delle vostre sofferenze
    Che soppartate sempre con ragione
    La troverete nell' incompatibilità dell'
    Intelligenza con la coscienza.

    Settimo Principio :
    Fate in mado impregnarvi
    Che la minima sofferenza è dovuta alla vostra
    Intelligenza che vuole sempre di più
    Si fa il piedistallo della clemenza
    Volendo che tutto le sia subordinato.

    Ottavo Principio :
    Non lasciatevi padroneggiare dalla vostra intelligenza
    che cerca soltanto ad elevarsi sempre
    Di più in più ;
    Lei pesta ai piedi la coscienza
    Sostenendo che è la materia che dà
    La virtù
    Mentre lei non rinchinde che la miseria
    Delle anime che voi chiamate
    "Abbandonate"
    Che hanno solamente agito per piacere
    Alle loro intelligenza che le ha smarrite.

    Nono Principio :
    Tutto quello che vi è utile per il presente
    Come per il futuro
    Se non ne dubitate per niente
    Vi sarà dato per di più :
    Coltivate voi stessi, vi recorderete il passato
    Avrete il ricordo
    Che vi è stato dello : "Bussate, vi aspiro ;
    Sono nel conosciti".

    Decimo Principio :
    Non pensate fare sempre bene
    Quando a un fratello portate assistenza
    Potreste fare il contrario,
    Ostacolare il suo progresso,
    Sappiate che una grande prova
    Sarè la vostra ricompensa
    Se l'umiliate nell' imporli il rispetto
    Quando vorrete agire,
    Non appaggiatevi mai sulla credenza
    Perchè lei protebbe disperdervi
    Rimettetevi soltanto alla vostra soscienza
    Che deve dirigervi, lei non puo sbagliarsi.


    votre commentaire
  •     Life is eternal, it is everywhere. The fluids also exist infinitely and eternally.
        We bathe in life and in the fluids like a fish in water.
        The fluids follow one another and are more and more ethereal; they are distinguished by love. Wherever love exists, there is life, because without life love has no raison d'être.
        If suffices that two fluids be in contact by a certain degree of solar warmth in order that their two seeds of life be disposed to enter into contact.
        It is that that life creates an individuality and becomes active.

    traduction issue de
    René Guénon, The Spiritist Fallacy
    source : Google Books


    votre commentaire
  •     I am going to tell you how you must understand the divine laws and how they can act upon us.
        You know that it is recognized that life is everywhere; if a void existed, nothingness would also have its raison d'être.
        Something I can also affirm is that love exists everywhere; and just as there is love, there is also intelligence and conscience. Intelligence and conscience, united, constitute a unity, the great mystery - God.
        In order to make you understand what the laws are, I must return to what I have already said concerning fluids: as many exist as there are thoughts. We have the faculty to manage them and to establish laws for them by means of thought, according to our desire to act. Those which we impose on our fellows, are likewise imposed on us. Such are the laws of the interior, ordinarily called the laws of God.
        As te exterior laws, called laws of nature, ther are the instinct of live which manifests itself in matter, clothing itself in all nuances, taking numerous and incalculable forms according to the nature of the seed of the ambient fluids.
        This is the way of everything; everything has its instinct; even the stars which hover in infinite space are directed by the contact of fluids and instindtively follow their orbit.
        If God had established laws for going to Him, they would be an obstacle to our free will; whether they were relative or absolute, they would be obligatory, for we could not dispense with them in order to attain our end. But God leaves to each person the faculty of establishing his laws according to necessity; this is yet another proof of His love.
        Every law must be based on conscience. Do not say 'laws of God', therefore, but rather 'laws of conscience'.
        This revelation comes from the very principles of love, from that love which overflows from every direction, which is found at the centers of the stars as well as in the depths of the oceans, from that love the perfume of which is manifested everywhere, wich nourishes all the kingdoms of nature and which maintains equilibrium and harmony throughout the universe.

    traduction issue de
    René Guénon, The Spiritist Fallacy
    source : Google Books


    votre commentaire
  • Die AURA des GEWISSENS

    Ein einziges Mittel kann die Menschheit heilen: DIE GLÄUBIGKEIT.
    Aus der Gläubigkeit kommt die Liebe. Die Liebe, die uns in unseren Feinden Gott selbst zeigt.
    Wenn wir unsere Feinde nicht lieben, lieben wir Gott nicht.
    Denn es ist die Liebe die wir für unsere Feinde haben, die uns würdig macht ihm zu dienen.
    Es ist die einzige Liebe, die uns wirklich lieben lässt.
    Denn sie ist rein und voll Wahrheit.


    votre commentaire
  •  Oração

    Um só remédio pode curar a humanidade.
    A Fé. A fé que nasce do amor.
    O amor que nos mostra no nosso inimigo o próprio Deus.
    Não amar aos nossos inimigos é não amar a Deus.
    Porque é o único amor que nos torna dignos de servi-lo.
    Porque é puro e de verdade.

    source : http://antoinismo.blogspot.com/2010/01/oracao.html


    votre commentaire
  • REVELAÇÃO DOS DEZ PRINCÍPIOS DE DEUS PELO PAI

    FALA DEUS:

    Primeiro Princípio:
    Se me amais,
    Não o ensinareis a ninguém,
    Pois sabeis que não resido
    Senão no seio do homem.
    Não podeis testemunhar que existe
    Uma suprema bondade
    Se do próximo me isolais.

    Segundo Princípio:
    Não creias naquele que vos fale de mim
    E cuja intenção seria de vos converter.
    Se respeitais toda crença,
    E aquele que não a tem,
    Sabeis, apesar da vossa ignorância,
    Mais do que ele vos poderia dizer.

    Terceiro Princípio:
    Não podeis pregar a moral a ninguém,
    Isso seria provar
    Que não procedeis bem,
    Pois não se ensina a moral pela palavra,
    Mas, pelo exemplo.
    E não vendo o mal em nada.

    Quarto Princípio:
    Não digais jamais que fazeis a caridade
    A alguém que vos parece na miséria,
    Isso seria dar a entender
    Que sou descuidado, que não sou bom,
    Que sou um mau pai,
    Um avaro,
    Que deixa o seu rebento ter fome.
    Se agis para com vosso semelhante
    Como um verdadeiro irmão,
    Não fazei a caridade senão a vós mesmos,
    Deveis sabe-lo
    Pois, nada está bem se não é solidário
    Não fazeis para com ele
    Mais do que cumprir o vosso dever.

    Quinto Princípio:
    Esforçai-vos por amar aquele que credes ser
    Vosso inimigo;
    Não é senão para que aprendais a conhecer-vos
    Que eu o coloco no vosso caminho,
    Mas, vede o mal antes em vós que nele:
    Disso ele será o remédio soberano.

    Sexto Princípio:
    Quando quiserdes conhecer as causas
    Dos vossos sofrimentos,
    Que suportais sempre com razão,
    Vós a encontrareis na incompatibilidade
    Da inteligência com a consciência,
    Porque elas são à base dos termos de comparação.
    Não podeis experimentar o menor sofrimento
    Que nos seja para vos fazer notar
    Que a inteligência é oposta à consciência,
    Eis o que é preciso não ignorar.

    Sétimo Princípio:
    Esforçai-vos por vos compenetrar
    De que o menor sofrimento é devido à vossa
    Inteligência que quer sempre possuir mais;
    Ela se faz um pedestal da clemência,
    Querendo que tudo lhe seja subordinado.

    Oitavo Princípio:
    Não vos deixeis dominar pela vossa inteligência
    Que não procura senão elevar-seCada vez mais;
    Ela calca aos pés a consciência,
    Sustentando que é a matéria que dá
    As virtudes,
    Enquanto que ela não encerra senão a miséria
    Das almas que dizeisAbandonadas,
    Que agiram somente para agradar
    À própria inteligência
    Que as extraviou.

    Nono Princípio:
    Tudo que vos é útil, para o presente
    Como para o futuro,
    Se não duvidais de nada,
    Vos será dado por acréscimo.
    Cultivai-vos, lembrar-vos-eis do passado;
    Tereis a recordação
    Do que vos foi dito:
    Batei, eu vos abrirei;
    Eu estou no próprio conhecimento de vós mesmo.

    Décimo Princípio:
    Não penseis que fazeis sempre um bem
    Quando a um irmão levais assistência;
    Podereis fazer o contrário,
    Entravar o seu progresso.
    Sabeis que uma grande provação
    Será a vossa recompensa,
    Se o humilhais, impondo-lhe o respeito.
    Quando quiserdes agir,
    Não vos apoieis jamais na crença
    Porque ela vos poderia extraviar;
    Reportai-vos somente à vossa consciência,
    Que vos deve dirigir, ela não pode enganar-se.

    source : http://antoinismo.blogspot.com/


    votre commentaire
  • «Diez fragmentos en prosa de la enseñanza revelada por Antoine el Curandero»


    Dios habla:
    — Primer principio:
    Si me amáis,
    no lo enseñaréis a nadie,
    puesto que sabéis que yo no resido
    más que en el seno del hombre.
    Vosotros no podéis testimoniar que existe
    una suprema bondad
    mientras que me aisláis del prójimo.

    — Segundo principio:
    No creáis en el que os habla de mí,
    cuya intención sería convertiros.
    Si respetáis toda creencia
    y al que no tiene ninguna,
    sabéis, a pesar de vuestra ignorancia,
    más de lo que podría deciros.

    — Tercer principio:
    Vosotros no podéis hacer moral a nadie,
    sería probar
    que no hacéis bien,
    porque ella no se enseña por la palabra,
    sino por el ejemplo,
    y no ver el mal en nada.

    — Cuarto principio:
    No digáis jamás que hacéis caridad
    a alguien que os parece en la miseria,
    sería hacer entender
    que yo carezco de miras, que no soy bueno,
    que soy un mal padre,
    un avaro, que deja tener hambre a su retoño.
    Si actuáis hacia vuestro semejante
    como un verdadero hermano,
    no hacéis caridad más que a vosotros mismos, debéis saberlo.
    Puesto que nada está bien si no es solidario,
    no habéis hecho hacia él
    más que desempeñar vuestro deber.

    — Quinto principio:
    Tratad siempre de amar al que decís
    «vuestro enemigo»:
    es para enseñaros a conoceros
    que yo le coloco en vuestro camino.
    Pero ved el mal más bien en vosotros que en él:
    será su remedio soberano.

    — Sexto principio:
    Cuando queráis conocer la causa
    de vuestros sufrimientos,
    que padecéis siempre con razón,
    la encontraréis en la incompatibilidad de
    la inteligencia con la conciencia,
    que establece entre ellas los términos de comparación.
    Vosotros no podéis sentir el menor sufrimiento
    que no sea para haceros observar
    que la inteligencia es opuesta a la conciencia;
    es lo que es menester no ignorar.

    — Séptimo principio:
    Tratad de convenceros,
    ya que el menor sufrimiento es debido a vuestra 
    inteligencia que quiere siempre poseer más;
    se hace un pedestal de la clemencia,
    al querer que todo le esté subordinado.

    — Octavo principio:
    No os dejéis dominar por vuestra inteligencia
    que no busca más que elevarse siempre
    cada vez más;
    ella pisotea a la conciencia,
    sosteniendo que es la materia la que da las virtudes,
    mientras que ella no encierra más que la miseria
    de las almas que vosotros decís
    «abandonadas», que han actuado sólo para satisfacer
    su inteligencia que les ha extraviado.

    — Noveno principio:
    Todo lo que os es útil, para el presente
    como para el porvenir,
    si no dudáis nada,
    os será dado por añadidura.
    Cultivaos, vosotros os recordaréis el pasado,
    tendréis el recuerdo
    de que se os ha dicho: “Llamad, yo os abriré.
    Yo estoy en el conócete”

    — Décimo principio:
    No penséis hacer siempre un bien
    cuando llevéis asistencia a un hermano;
    podríais hacer lo contrario,
    poner trabas a su progreso.
    Sabed que una gran prueba
    será vuestra recompensa,
    si le humilláis y le imponéis el respeto.
    Cuando queráis actuar,
    no os apoyéis jamás sobre vuestra creencia,
    porque ella puede extraviaros también;
    basaos siempre sobre la conciencia
    que quiere dirigiros, ella no puede engañaros».


    votre commentaire
  • Les dix principes en allemand

    OFFENBARUNG DER ZEHN PRINZIPIEN GOTTES DURCH DEN VATER.

    GOTT SPRICHT:

    Erstes Prinzip
    Wenn ihr mich liebet
    So werdet ihr Niemanden darüber belehren,
    Weil ihr wisset, dass ich
    Nur im Menscheninnersten wohne.
    Ihr könnet nicht bezeugen,
    Dass es eine allerhöchste Güte gibt,
    Wenn ihr mich von euerm Nächsten absondert.

    Zweites Prinzip
    Vertrauet nicht auf den, der euch von mir spricht,
    Dessen Absicht es wäre, euch zu bekehren;
    Wenn ihr jeden Glauben achtet
    Und auch Denjenigen, der keinen Glauben hat,
    So wisset ihr, ungeachtet eurer Unwissenheit,
    Mehr, als er euch sagen könnte.

    Drittes Prinzip
    Ihr sollet Niemandem Moral zureden;
    Dies würde beweisen,
    Dass ihr unrecht tut;
    Weil die Moral sich nicht mit Worten lehrt
    Sondern durch das Beispiel
    Und in Nichts ein Uebel zu sehen.

    Viertes Prinzip
    Saget nie, dass ihr dem Barmherzigkeit, erweiset,
    Der euch im Elend zu sein scheint.
    Dies würde andeuten
    Dass ich unnachsichtig bin, dass ich nicht gut bin,
    Dass ich ein schlechter Vater,
    Ein geiziger bin,
    Der seinen Nachwuchs hungern lässt.
    Wenn ihr gegen euern Mitmenschen
    Wie ein richtiger Bruder handelt,
    So erweiset ihr nur euch selbst Barmherzigkeit,
    Das müsset ihr wissen.
    Weil nichts gut ist, wenn es nicht auch gegenseitig ist,
    Ihm gegenüber
    Erfüllet ihr nur eure Pflicht.

    Fuenftes Prinzip
    Bemühet euch, denjenigen zu lieben, den ihr als
    "Euern Feind" ansehet;
    Nur, damit ihr euch selbst kennen lernet,
    Stelle ich ihn euch auf den Weg.
    Aber sehet das Uebel vielmehr in euch, als in ihm
    Er wird das höchste Heilmittel dagegen sein.

    Sechstes Prinzip
    Wenn ihr die Ursache
    Euer Leiden kennen wollet,
    Die ihr immer mit Recht erduldet,
    So werdet ihr sie in der Unvereinbarkeit
    Des Verstandes mit dem Gewissen finden,
    Denn sie bilden die Grundlage für die Vergleichspunkte.
    Ihr könnet selbst nicht das geringste Leiden empfinden,
    Dass euch nicht zeigen sollte,
    Das der Verstand dem Gewissen entgegensteht.
    Das darf nicht ungewusst bleiben.

    Siebentes Prinzip
    Trachtet darnach, euch davon zu durchdringen;
    Denn auch das geringste Leiden verschuldet euer Verstand,
    Der immer mehr erfassen will;
    Er macht sich aus der Mild eine Höchststellung
    Mit dem Willen, sich alles unterzuordnen.

    Achtes Prinzip
    Lasset euch nicht von euerm Verstand beherrschen,
    Der nur sucht, noch immer
    Höher zu steigen.
    Er tritt das Gewissen mit Füssen,
    Behauptet, dass das Irdische
    Die Tugenden verleiht,
    Während es nur das Elend
    Der Seelen in sich birgt, welche ihr
    "Verlassene" nennet,
    Die nur nach dem Gefallen ihres Verstandes gehandelt haben.
    Welcher irregeführt hat.

    Neuntes Prinzip
    Alles, was euch nützlich ist, für die Gegenwart
    Wie auch für die Zukunft,
    Wird euch, sofern ihr in Nichts zweifelt,
    Als Zugabe verliehen werden.
    Haltet Einkehr in euch, ihr werdet euch der Vergangenheit entsinnen,
    Ihr werdet zu der Erinnerung kommen,
    Dass euch gesagt wurde: "Klopfet an, ich öffne euch
    Ich bin in der Selbsterkenntniss".

    Zehntes Prinzip

    Denket nicht, dass ihr immer etwas Gutes tut,
    Wenn ihr einem Bruder Beistand leistet;
    Ihr könntet das Gegenteil tun,
    Seinen Fortschritt behindern;
    Merket wohl, dass eine schwere Prüfung
    Eure Belohnung sein wird,
    Wenn ihr ihn demütiget, und ihm Achtung gebietet.
    Wenn ihr handeln wollet,
    So stützet euch nie auf eure Meinung,
    Den sie könnte euch irreführen;
    Richtet euch immer nach euerm Gewissen,
    Welches euch leiten will; es kann euch nicht täuschen.

    source : archives de Jemeppe, mise à la disposition par une Soeur, merci à elle.


    votre commentaire
  • L'Auréole de la Conscience en néerlandais

    Aura van het geweten

        Het eenige middel, dat de menschheid genezen kan is : HET GELOOF. Uit het geloof word de liefde geboren : de liefde die ons in onze vijanden God zelf doet zien ; zijne vijanden niet liefhebben is God niet liefhebben. Wanneer wij zoo ver gevorderd zijn, dat wij onze vijanden kunnen liefhebben, worden wij waardig Hem te dienen. Het is de eenige liefde, die ons waarlijk doet liefhebben, omdat zij rein is en waarachtig.

    Antoinistische Leer, Openbaring door Antoine den Weldoener, Vertaald door Cato Waller, gob. van Marken.


    votre commentaire
  • Les dix principes en néerlandais

    Tien beginselen in proza
    geopenbaard door
    Antoine den Genezer

    God spreekt:

    Eerste beginsel: Zoo gij mij liefhebt zul gij dat aan niemand onderrichten, omdat gij weet, dat ik alleen woon in het hart van den mensch. Gij kunt niet getuigen, dat er bestaat een allerhoogste goedheid, wanneer gij mij van den naaste afscheidt.

    Tweede beginsel: Geloof niet in hem, die u over mij spreekt met de bedoeling u te bekeeren, wanneer gij elke geloofsleer eerbiedigt, èn hem, die er geen heeft, weet gij, niettegenstaande uwe onwetendheid meer, dan hij u zou kunnen zeggen.

    Derde beginsel: Gij kunt niemand zedelessen geven, het zou bewijzen, dat gij niet goed doet. Want de  zedeleer wordt niet onderwezen door het woord, maar door het voorbeeld en door in niets het kwaad te zien.

    Vierde beginsel: Zeg nooit, dat weldadigheid doet aan hem, die u toeschijnt in ellende te verkeeren. Het zou te kennen geven, dat ik hem veronachtzaam, dat ik niet goed ben, dat ik ben een slecht vader, een gierigaard, die zijn kind laat honger lijden. Wanneer gij jegens uwen naaste als een ware broeder handelt, doet gij enkel weldadigheid aan uzèlf, dit moet gij weten. Daar niets goed is, oh het is ook voor allen, vervult gij tegenover hem niet meer dan uw plicht.

    Vijfde beginsel: Tracht hèm lief te hebben, die gij zegt ,,uw vijand'' te zijn. Het is alleen om u uzèlf te leeren kennen, dat ik hem op uw weg plaats. Maar zie het kwaad eerder in uzèlf dan n hem, hij zal u het voorname geneesmiddel zijn.

    Zesde beginsel: Wanneer gij de oorzaak wilt weten van uw lijden, dat gij altijd met reden ondergaat, zult gij die vinden in de onverdraagzaamheid van het verstand met het geweten, die de punten van verschil daar leed ondergaan, dat niet zij om u te doen verstaan, dat het verstand tegenover het geweten staat. Hiervan moet gij niet onwetend zijn.

    Zevende beginsel: Tracht er u van te doordringen, want ook het kleinste verdriet is te wijten aan uw verstand, dat altijd meer wil bezitten. Het richt voor zichzelf een voetstuk van goedertierenheid op en wil dat alles aan zich onderworpen zij.

    Achtste beginsel: Laat u niet door uw verstand overheerschen, dat slechts zoekt zich steeds hooger te verheffen. Het treedt het geweten met voeten, volhoudende, dat uit de stof de deugden voortkomen, terwijl die slechts ellende brengt aan de zielen, die gij ,,verlatenen'' noemt, die alleen geleefd hebben ter bevrediging van hun verstand, dat hen op een dwaalweg bracht.

    Negende beginsel: Al wat u dienstig is voor het heden als ook voor de toekomst, zal u in overvloed gegeven worden, indien gij aan niets twijfelt. Bouw uzelf op, gij zult u het verleden herinneren, gij zult u te binnen brengen dat u gezegd is: ,,Klopt, ik zal u opendoen. Ik ben in het "ken uzelven"''.

    Tiende beginsel: Denk niet altijd, dat gij een weldaad doet als gij een broeder hulp betoont, het zou kunnen zijn, dat gij het tegendeel doet, en zijn vooruitgang tegenhoudt. Weet, dat een groote beproeving uw loon zal zijn als gij hem vernedert, en hem eerbied wilt inboezemen. Steun nooit op uwe geloofsovertuiging, wanneer gij wilt handelen, want zij kan u op een dwaalspoor brengen, maar luister altijd naar uw geweten dat u wil leiden; dat kan u niet bedriegen.

    Antoinistische leer, Openbaring door Antoine den Weldoener, vertaald door Cato Waller geb. van Marken.


    votre commentaire
  • God speaks:

    - First principle: If you love me - -you will not teach it to anyone - since you know that I reside - only in the breast of man. You cannot testify that there exists - a supreme goodness while you isolate me from your neighbor.

    - Second principle: Do not believe in him who speaks to you of me - whose intention may be to convert you. - If you respect every belief - as well as him who has none - you know, in spite of your ignorance - more than can tell you.

    - Third principle: You cannot teach morality to anyone - that would be proof - that you are not doing good - because morality is not taught by words - but by exemple, and do not see evil in anything.

    - Fourth principle: Never say that you are being charitable - to someone who seems miserable to you - that would be to imply - that I am without consideration, that I am not good - that I am a bad father - a miser - leaving hisoffspring hungry. - If you act toward your fellows - as a true brother - you are charitable only to yourself - this you must know. - Since nothing is good if it is not shared - you have only bestowed on him - the fulfillment of your duty.

    - Fifth principle: Strive always to love him who says - he is 'your enemy' - it is for you to learn to know yourself - that I place him in your path. - But see the evil in yourself rather than in him - this will be the sovereign remedy.

    - Sixth principle: When you seek to know the cause - of your sufferings - which you always rightly undergo - you will find it in the incompatibility of - intelligence and conscience - which establish between themselves terms of comparison. - You cannot feel the least suffering - unless it be make you aware - that intelligence is opposed to conscience - this is what must not be forgotten.

    - Seventh principle: Strive to understand yourself - for even the least suffering is due to your - intelligence which always wants to gain more - it makes of itself a stepping-stone for mercy - intending that everything be subordinate to it.

    - Eighth principle: Do not let your intelligence be your master - which always seeks only to raise itself higher - more and more - it tramples conscience under foot - claiming that it is matter - that gives - the virtues - while it contains only misery - souls which you call -'abandoned' - which have acted only to satisfy - their intelligence which has led them astray.

    - Ninth principle: Everything that is useful for you in the present - as well as for the future - if you do not doubt in any way - will be given to you over and above. - Improve yourselves - you will recall the past - you will rememeber - that it has been said to you: 'Knock, I will open to you - I am in the know-thyself...'

    - Tenth principle: Do not think of always doing good - when a brother comes to you to your aid - you can act to the contrary - hinder his progress. - Know that a great trial - will be yourrecompense - if you humiliate him and compel respect. - When you want to act - never base yourself on your belief - because it can lead you astray - base yourself always on conscience - which wishes to direct you, it cannot deceive you.


    votre commentaire


    Suivre le flux RSS des articles de cette rubrique
    Suivre le flux RSS des commentaires de cette rubrique